INFORME EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN EN CATALUÑA 2020 Y PREVISIONES Para EL 2021
La actividad constructora cayó un 15,4% en 2020, por encima del conjunto de la economía catalana (-11,5%), logrando 10.581 millones de euros corrientes. Esta cifra representa el 4,7% del PIB catalán, muy lejos de su último máximo histórico del 10,7%.
Durante el año 2020, la licitación disminuyó un 23%, logrando 1.502 millones de euros. Este importe resta lejos de la media de los últimos 20 años (3.750 millones de euros a precios constantes) y encara mes de las necesidades de la economía catalana, aproximadamente 5.500 millones de euros (el equivalente al 2,2% del PIB).
La construcción es un sector clave en el proceso de transición ecológica, pieza fundamental para la recuperación económica del país y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Hay que agilizar la puesta en marcha los fondos europeos, además de establecer medidas complementarias para hacer un esfuerzo inversor planificado, recurrente, ordenado en el tiempo, que permita preservar las empresas y crear ocupación.
El incremento extraordinario de los precios de las materias primas amenaza la recuperación y la efectividad de los fondos europeos. Hay que adoptar medidas urgentes de flexibilización y de revisión de precios para evitar el previsible colapso de proyectos y obras.
El sector de la construcción en el 2020
El 2020 el PIB de la construcción cayó en Cataluña un 15,4%, por encima del conjunto de la economía catalana en general, que ha estado del 11,5%, y logrando 10.581 millones de euros de valor añadido. Su peso, en 2020, en el PIB catalán, con un 4,7%, supone menos de la mitad de lo que representaba el sector en el conjunto de la actividad económica de Cataluña en 2006 (10,7%).
El número de viviendas acabadas en Cataluña disminuyó un 6,1%, logrando un total de 12.130 viviendas construidas. Esta cifra representa un 16% de los que se finalizaron el 2007, año que el sector produjo 74.802 viviendas. Además, el valor de liquidación del presupuesto de ejecución material para edificación residencial y no residencial de las certificaciones de fin de obra de los colegios de arquitectos técnicos y aparejadores muestra que la liquidación del presupuesto fue, el 2020, de 1.909 millones de euros (un 13,24% inferior a la del año 2019).
La licitación disminuyó un 23%, en 2020, logrando 1.502 millones de euros. Este importe supone menos de la mitad de la licitación mediana de los últimos 20 años (3.750 millones de euros anuales a precios constantes) y resto lejos encara de las necesidades de la economía catalana y de sus ciudadanos, de aproximadamente unos 5.500 millones anuales (el equivalente al 2,2% del PIB, de acuerdo con la tendencia de los principales países europeos durante los últimos 20 años).
La disminución del de consumo de cemento (-10,6%), de la producción de hormigón (-12,4%) y de la afiliación a la Seguridad Social (-2,3% en media anual), así como la estancamiento del número de empresas (+0,05%), confirman que en 2020 disminuyó la actividad al sector de la construcción.
Previsiones para el 2021
Para hacer frente a los daños económicos y sociales causados por la Covid-19, la Comisión Europea creó un presupuesto extraordinario denominado Next Generation EU con el objetivo de hacer crecer la economía y la ocupación y facilitando inversiones y reformas para transformar la economía, haciéndola más sostenible y resiliente de cara a escenarios futuros. Este programa de inversiones europeo está dotado de 750.000 millones de euros que, junto con el nuevo Marco Financiero Plurianual de la UE, supone aproximadamente el doble del presupuesto total de la UE inicialmente previsto, llegando hasta los 1,8 billones de euros. En el marco del programa Next Generation EU, la economía española tiene asignados 140.000 millones de euros ( aproximadamente 69.000 millones a fondo perdido + 71.000 millones en préstamos).
En este sentido, el sector de la construcción, gracias a su transversalidad y a su alto retorno económico, social y medioambiental, tiene que jugar un papel clave en la recuperación económica dentro de este contexto de transición verde necesaria y exigida por la Unión Europea.
Las previsiones de los principales actores económicos apuntan que la inversión en construcción podría crecer en España entre un 3% y un 6% en 2021, y crecer de manera más intensa en 2022. La recuperación de la economía y del sector de la construcción, pero, estará condicionada por la agilización y la buena gestión de los fondos europeos, además de la implementación de medidas complementarias para reactivar la economía lo antes posible, mientras los fondos no estén operativos, y de medidas para paliar los efectos de los altos incrementos de costes que están sufriendo las empresas del sector y que ponen en riesgo la viabilidad de las mismas.
En cuanto a las previsiones en construcción residencial, con el retorno de la confianza en la economía y la generación de ocupación, se estima crecimientos entre el 6 y el 7% por 2021 y 2022. Se prevé que se incremente el número de viviendas de nueva planta en Cataluña, particularmente las viviendas de promoción pública y privada de alquiler social, aunque no será, pero, hasta 2023, que se recuperarán los niveles previos de la pandemia.
Por otro lado, para la edificación no residencial la previsión es que la recuperación no sea tan rápida como la residencial a causa de la existencia de sectores económicos que están experimentando ciertos cambios y presentan algunas características propias. Por ejemplo, la construcción dirigida a comercio, turismo y recreo es muy probable que tarde a recuperarse, puesto que han sido los sectores más castigados con las nuevas normativas de mantenimiento de distancia social. Por el contrario, es posible que se pueda dar un incremento en la demanda de espacios logísticos como consecuencia de los nuevos modelos de negocios. Por lo tanto, la edificación no residencial es un mercado heterogéneo que hace difícil aventurar su evolución en el futuro próximo.
La rehabilitación es un elemento clave en el plan de recuperación y, por lo tanto, es de esperar una progresiva recuperación de este segmento con tasas de crecimiento por este año y durante los próximos años, a pesar de que no se recuperarán los niveles previos a la pandemia hasta 2024. Concretamente, el plan de rehabilitación de viviendas contará con 6.820 millones de euros de los fondos europeos, pero hay que tener presente que las rehabilitaciones que contempla el Next Generation van dirigidas a rebajar el consumo energético de las viviendas y no responden al grosor de demanda de rehabilitación orientado a reparaciones, seguridad y otras funcionalidades. Además, actualmente en España hay pocas empresas y profesionales que ofrecen estos servicios de rehabilitación energética. Por lo tanto, será todo un reto reorientar la demanda y hacer frente a la absorción de crecimientos de demanda intensos.
Previsiblemente, la inversión en obra pública crecerá este año entorno un 5,5% de acuerdo con algunas previsiones del sector. Países como China y los Estados Unidos ya han puesto en marcha grandes planes de inversión en infraestructuras como medida anticíclica para generar actividad económica y puestos de trabajo. El ferrocarril, a causa de su contribución positiva a la movilidad sostenible, se podrá ver muy beneficiado del Plan de Recuperación, así como nuevas infraestructuras de comunicación, digitales, electrificación de transportes y energéticas.
En conclusión, las buenas expectativas del sector de la construcción para el 2021 dependerán de la agilización y buena gestión de los fondos europeos, puesto que se corre el riesgo que este año sea un año de transición y muchas empresas agoten sus recursos antes del primer trimestre de 2022, cuando prevemos que los fondos estén operativos para las empresas. Por eso, pedimos medidas complementarias a los fondos para ayudar las empresas y reactivar la economía lo antes posible.
Además, el fuerte incremento en los precios de las materias primas amenaza la recuperación y la efectividad de los fondos europeos, puesto que pose en riesgo la viabilidad de muchas empresas y proyectos. Es por eso, que emplazamos a las administraciones públicas a tomar las medidas urgentes de flexibilización y de revisión de precios para evitar el previsible colapso de proyectos y obras y el fracaso del plan europeo con el consiguiente perjuicio por el país.